«Soy Francesca Capelli, traductora. Cuando me fue propuesto este trabajo, comencé a leer la novela con la exitación de todo inicio y enseguida me di cuenta que tenía entre mis manos un material explosivo. En este libro está todo. Hay un ensamble con la crónica de un episodio particularmente oscuro de la historia argentina que refiere a un tiempo aún más oscuro. Un trabajo de indagación e investigación periodística de altísimo nivel que aparece en el fondo pero que, de cualquier modo, se deja entrever, se transparenta a través de los espacios en blanco. Aparecen todos los elementos, códigos y ritmos del hardboiled estadounidense, personajes como Philip Marlow, Mick Hummer o el film Chinatown… se encuentran en el protagonista. Ronda la tradición literaria argentina, en particular la de Roberto Arlt con el sotobosque, un tipo de humano criminal, prostitutas, rufianes – como el mismo Arlt refiere – que viven de expedientes y se chocan de un modo trágico, irreductiblemente con las normas feroces de la sociedad burguesa, que al final… no son mucho mejores que ellos. Encontramos la provincia donde la falta de perspectiva económica, social, el avance de las iglesias evangélicas, a pesar del deseo de rescate, lleva a caer en comportamientos criminales iguales a los de sus enemigos. Así, de alguna forma lo expresa el autor… terminamos siempre pareciéndose a nuestros enemigos».