De la campiña francesa a la pampa argentina.
La pulsión de ida, el vaivén de una emancipación marchita, el exilio de un silencio herido, los golpes de una caricia vencida: son algunas de las veladuras, que aborda esta historia basada en la vida de la autora. En palabras de Agnès:
“Un comentario de mi madre mientras veíamos Don´t cry for me Argentina me despertó el deseo de saber más sobre un secreto a voces de mi familia: Evita era una gran mujer, muy valiente, y sufrió mucho por su enfermedad. Evita y no Eva Perón; esa familiaridad me hizo recordar que mi madre había vivido en Argentina en su juventud. Pese a una relación muy difícil con ella, quise recuperar esa parte reprimida de mi madre infeliz, castradora y maltratadora. Ofrecerle un regreso a Argentina, algo que en definitiva siempre quiso. Recuperar a la joven seductora, enamorada, moderna que vi en una foto.
Y también curar mis heridas. Escribí para mí, para mi madre y para todas esas jóvenes que se volvieron esposas y madres sin consentimiento y tuvieron que conformarse con un destino que no eligieron”.