El elenco de la Universidad Nacional de Río Cuarto -a cargo de la profesora y directora Fernanda Oro-, puso en escena su obra: «Hilvanando la espera».
A sala llena disfrutamos la tensión típica del bucear en el silencio. Toda profundidad es a oscuras, la penumbra invade el escenario, los movimientos se tornan lentos, los rostros se congelan, algunas miradas se evaporan, otras se condensan. Se esparce una apnea colectiva que por momentos respira. Las voces se desdibujan, aunque algunas onomatopeyas nos recuerdan que son actores y no marionetas.
La obra termina y el encuentro recomienza, porque al final se abre la puerta a la conversación y el público acota, sugiere, expresa, pregunta. Allí sale a escena el detrás de escena y se comparte la cocina del proceso creativo: «Hilvanando la espera» es una obra co-creada por los actores, actrices y por Fernanda. Nace de una idea que fueron amasando sin verticalismos en el mientras tanto de los ensayos. Escriben con los cuerpos. En la obra convive una marcada estética propia de Tadeusz Kantor, algunos elementos del cuento «La última Carta» -de Carlos Boaglio- y tres textos poéticos -en voz en off- de nuestro primer libro: «Palabras exhaladas», de Tomás Debeljuh.