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hace 6 meses

Metal golpeado: caricia de silencio

Esculturas que miran con su postura

En el medio de la nada existe un todo. Anoche fuimos a Cortaderas -San Luis- a conocer un lugar habitado por duendes de metal golpeado. La austeridad de sus rostros convierten a las esculturas en gestos de cuerpo entero. El claroscuro de la sala tensa el misterio: en ese estrato del silencio, las almas son almas, los cuerpos simulan ser cuerpos.

Las esculturas miran, laten un silencio que invita a quedarse quieto, a convertirse en pausa… Pausa, que termina convirtiendo al observador en observado, pausa propia del asombro durante ese encuentro de espejos, donde el humano se ve en la escultura y la escultura es en parte el humano.

Gracias, Espacio Saez por materializar tanta magia. Gracias, Luis Saez, por ser parte con tu obra «Acróbatas del lenguaje» de la portada de nuestro primer libro de poesía: «Palabras exhaladas».